miércoles, 12 de diciembre de 2012

Solo sé que no sé nada

Creí que lo sabía todo, pero no sabía nada.
Me quedé callada, con miedo e inseguridad por lo que me rodeaba. Sentía que no formaba parte de aquel círculo vicioso que me envolvía, y marginaba a la vez. Era capaz de ver y oír lo que decían sin ser parte de ese mundo.
¿Cuál sería el mio?
No lo sabía, nunca lo había sabido. El caso es que ahora me importaba. Nunca supe por qué entonces, por qué ahora quería saber cuál era mi sitio en esa gran comunidad: la humanidad.
En cuál de las numerosas etiquetas con las que nombramos y agrupamos todas las existencias me encontraría yo. No me importaba en cuál me encasillaran, sino a cuál pertenecía. Por mí, no por los demás.
Y fue entonces cuando me vino el miedo, el miedo a no ser lo que yo pensaba, a no ser lo que yo quería para mí, el miedo a convertirme en lo que tanto había criticado, una persona vacía de criterio y de personalidad, que forma parte de una inmensa multitud de personas que no destacan por sí mismas, sino que se dejan arrastrar por las circunstancias, como veletas al viento.

En fin, solo sé que no sé nada.

jueves, 7 de junio de 2012

Enfermo, viejo y solo

Cuando miré hacia atrás, y pensé en esos años de gloria, de superación y de felicidad, no daba crédito a la situación en la que actualmente me encontraba. La encrucijada más difícil de mi vida, y cual filósofo que se cuestiona todo a su alrededor, comencé a pensar en los buenos y malos momentos por los que había pasado. Mi vida había cogido carrerilla hacía muchos años ya, aunque todo parecía haber sucedido ayer. Pensaba en esos momentos que había elegido el camino erróneo y aquellos en los que había acertado, siento estos últimos mucho menores. Pero ahora, ya maduro y con los pies en la tierra, no llegaba a entender cómo había llegado hasta ahí. Si repasaba los anteriores 10 años concluía en que no había avanzado nada, las miles de cosas que había querido hacer en la vida se habían quedado en ideas e intenciones, pero no habían llegado a buen puerto. No había logrado ninguno de los propósitos que una Noche Vieja de mi juventud pensé. Y ahora me veía solo, canoso, gordo y lleno de deudas. Las lágrimas o la frustración no lograrían nada, el daño estaba hecho. Mi vida tal como siempre quise que fuera, como un niño lleno de esperanza y júbilo al ver que le gustaba su carrera o sus estudios y que pensaba que iba bien encaminado, había dado un giro de 90º en un indeterminado momento. El alcohol, las drogas y el tabaco habían sustituido esas esperanzas por diversión, sexo y vicio. Ahora me encontraba frente al espejo, y ni me reconocía, como si los últimos años no hubiese sido yo el protagonista de mi historia.
Y aquí estoy: enfermo, viejo y solo.




miércoles, 21 de marzo de 2012

ERRORES

Errores. ¿Qué es un error sino un bache que nos otorga la oportunidad de comenzar desde cero?
Parece mentira, EL MIEDO. El miedo que tenemos todos a cometer errores, el miedo a fracasar, el miedo a no llegar donde hemos puesto nuestras expectativas, tan altas, tan lejanas. Nos pasamos media vida aterrados por lo que puede salir mal, y prácticamente no disfrutamos de lo bueno que tenemos ante nosotros. Un error, solo uno, y nuestra autoestima cae por los suelos, se esparce y se queda ahí, expectante, deseando una nueva oportunidad de ascender a lo más alto. ¿Qué sentido tiene no cometer errores? No hay un ser sobre la tierra que pueda asegurar no haberlos cometido, y sin embargo, nos duele, nos frustra hasta el extremo no poder evitarlos. 
Pero ¿qué sentido tiene un MUNDO sin errores? 
En el error radica lo más importante: la satisfacción de no cometerlo, o por lo menos, de tener la capacidad de resolverlo.




sábado, 17 de marzo de 2012

LLUVIA

El mejor momento para recordar, el viento rozando suavemente mi cara, agitando mi pelo y enredándolo sin remedio. Esa especie de libertad momentánea, esos rumores de las hojas al caer: marrones, amarillas... el crujido de éstas bajo mis pies, el suelo mojado, el cielo lleno de nubes grises y esponjosas de día, y anaranjadas y rosas al atardecer, el OTOÑO. 


El ambiente es tan fresco, el olor a agua se instala en mi nariz, esa sensación de lluvia sin llover. Algunos podrían llamarlo mal tiempo, pero para mí, el mejor de todos. Cuánto se echa en falta la lluvia cuando no está, y cuánto nos quejamos cuando llega. Pero ¿que hace sino refrescarnos, mojar lo seco, regar lo muerto, alimentar el suelo, empapar la estupidez y devolvernos la cordura? El otoño ha pasado y la lluvia no ha querido hacer acto de presencia, está enfadada, ella se encarga de remendar nuestros errores curando nuestro mundo de la sequía, del HASTÍO, no quiere ser la encargada de solucionarlo todo, y éste es nuestro castigo. La echo de menos, echo de menos ese agua fría que nos garantiza VIDA.

martes, 21 de febrero de 2012

¿conformismo?

No es que sea conformista, No es que no crea que debamos quejarnos por construir un mundo mejor para todos. No es que no crea que debamos luchar por nuestros sueños e intereses cada día. 
Creo sinceramente en que callados, no hacemos nada. Pero ¿a gritos sí? ¿mediante la violencia? ¿mediante huelgas cuyos integrantes están ahí por que quieren faltar al "cole" o no ir a la "uni"? o aún mejor a hacer botellón.
¿Se quejan porque de verdad opinan que eso está mal, o por "joder" un rato?
El hombre es un ser que por naturaleza tiene la capacidad e incluso el deber de modificar el mundo, influye en todo lo que le rodea. Pero la sociedad se ha olvidado de lo más importante, de la educación, del respeto mutuo, de las buenas formas, de la moral.
Creemos que a grito "pelao" como dirían muchos, insultando o diciendo groserías vamos a cambiar algo. Ahí radica el GRAN ERROR.
Echo de menos el "por favor" y "gracias", el "disculpe", el que los niños en un restaurante coman y no chillen como energúmenos mientras sus padres compiten con ellos a ver quién hace más ruido; el que la gente ame el arte, el cine, la televisión o los libros y no la tele-basura. Echo de menos las aspiraciones a bombero, astronauta, ingeniero, médico o periodista y no a comentalista de sálvame, salir en Hombres, mujeres y viceversa, o a entrar en Gran Hermano. Echo de menos la vocación, el perseguir un sueño, el dejar los desánimos para otro, el no quedarse en casa para lamentarse y ser por fin consciente de que eres dueño de tu vida y debes vivirla.
Cada vez se admira más a gente inculta que no sabe hablar, ni conjugar verbos, ni si quiera mantener la compostura. Se otorga el nombre de "princesa del pueblo" a una mujer que dio el braguetazo y acabó en la televisión.
Se ven programas en los que el sexo prácticamente es en directo y dónde van personas que no tienen mejor cosa que hacer que salir en la tele, para hacerse "famosillos" de poca monta.
Y lo peor de todo es que todos están tan contentos mirando la "caja boba" y saliendo a la calle a imitar a semejante gentuza.

lunes, 20 de febrero de 2012

Nos pasa por malcriados

La prensa ha perdido fuerza durante la actual revolución de Internet y televisión que ha hecho que los mejores periódicos nacionales y actuales recurran a un diseño sensacionalista o , en el mejor de los casos, sensacionalista-informativo para captar la atención de los lectores. Cada vez nos encontramos con fotos más grandes, mayor policromía en el diseño de las informaciones y titulares más exagerados y subjetivos. Esto no tiene porqué ser algo malo dentro de la evolución del periodismo pero, ¿Es esto acaso algo positivo para la sociedad? Parece que en la actualidad nos tienen que dar todo masticado, troceado y triturado para que nosotros nos encarguemos únicamente de engullirlo de la mejor forma posible. Somos como niños pequeños, necesitamos cosas brillantes, grandes, coloridas y simples (prácticamente para tontos), para mantener nuestra atención en lo que estamos haciendo.
La sociedad ha tendido a retroceder y, en vez de madurar y comenzar a valernos nosotros mismos, necesitamos cada vez más que las cosas se nos den hechas. Hemos perdido ese ansia por aprender, por superarnos, por encontrarnos con un problema y enloquecer por resolverlo, esa naturaleza humana que era curiosa, buscaba y aprendía. Este "pasotismo" ha generado una sociedad de vagos empedernidos que, no solo contentos con quejarse por todo lo que no les sale perfecto, padecen de pataletas en cuanto aparece una piedra en su camino.
Es muy fácil para algunos quejarse públicamente, cuando tienen una cama confortable y comida caliente todos los días esperándoles en casa. Nadie agradece que su vida sea bastante aceptable dentro de los supuestos en los que nos encontramos, habiendo miles de personas en la calle.
Como ya he dicho anteriormente, nuestra generación ha crecido en una burbuja blanda y cómoda. Nuestros padres nos han proporcionado todos los caprichos necesarios durante nuestra infancia por la calidad de vida y "la sociedad de Bienestar" en la que nos encontramos. Nunca hemos tenido que sufrir una guerra ni que enfrentarnos a un determinado problema, estaban papá y mamá para solucionarlo todo. 
Pero, voilà, bienvenidos a la realidad. 
Cumplidos los 18, se abren las fronteras de nuestra bonita casa, salimos al mundo REAL, a la llegada de la crisis y todos como niños pequeños pataleamos, lloriqueamos y gritamos por la mierda de país, de gobierno y de vida que tenemos.
MADURAD. Dejad que quejaros de que no tendréis trabajo en un futuro y sacad buenas notas, en vez de limitaros a tocaros los pies con ambas manos, y si destacáis en lo que hacéis, sí encontrareis trabajo (aunque pasando por penurias, obviamente). Dejad de plantaros en una plaza a quejaros por todo y realizad una queja formal al gobierno por mediación de alguna entidad, o mejor, poneros a buscar trabajo o a estudiar que falta hace. Dejad de lloriquear a vuestros: padres, profesores, tíos, tutores y toda clase de adulto que ha vivido el doble que tú y ha pasado por peores circunstancias y aquí está, ¿verdad? aguantando tus tonterías.
Esto nos pasa por malcriados, y punto.

viernes, 10 de febrero de 2012

¿POLÍTICA?

¿Cuán importante es la ideología? ¿Cuán importante es la justicia? 
Nos quejamos de la prensa, de los periodistas, de los telediarios cargados de ideologías. Estudiamos que no podemos fiarnos completamente de las noticias que oímos y vemos diariamente, que los medios, están muy politizados, que debemos contrastar informaciones y no dejarnos influenciar. Eso sí, solo cuando no nos beneficia, cuando sí nos gusta lo que se dice, a pesar de tratarse por favoritismos políticos, nos enorgullecemos de ello. Además, y para más inri, nosotros hacemos lo mismo, ¿qué pasa? ¿todo lo que tiene que ver con nuestro partido es bueno? ¿en serio? ¿dónde está la gente que piensa que ningún partido es perfecto? ¿dónde está la gente que piensa que no podemos perdonarle los errores, ni a uno ni a otro? ¿dónde esta la gente que cuando ve que su propio partido hace las cosas mal se queja como el que más? 
¿ES QUE NADIE SE DA CUENTA DE EN LO QUE NOS ESTAMOS CONVIRTIENDO?
De que empezamos a permitir que cosas malas se hagan por un "fin mayor".
De que si el otro partido hace dos cosas buenas y una mala jamás veremos las buenas y siempre MAGNIFICAREMOS las malas.
De que antes de que un partido comience ya lo hemos tachado de FACHA, RACISTA, HOMÓFOBO... sin a penas comenzar la legislatura.
De que vamos de "progres" por la vida cuando acabamos de salir de la burbuja que es el colegio y la vida familiar.
De que queda muy bien ir al 15M hacerse un par de fotos y dejar en claro que "lo apoyamos" para no volver ni estar ahí pringando como el que de verdad cree en ese movimiento.

OJALÁ MADUREMOS, DE VERDAD, LO PIDO DE CORAZÓN, OJALÁ TODOS NUESTROS IDEALES Y VALORES SEAN JUSTOS Y CREEMOS UN MUNDO MEJOR, PERO POR FAVOR NO NOS BASEMOS EN UN PARTIDO POLÍTICO, PORQUE ESTOS SOLO PIENSAN EN SUS INTERESES.
BASÉMONOS EN LOS DERECHOS FUNDAMENTALES DEL HOMBRE, EN LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN, EN LOS PRINCIPIOS Y VALORES ÉTICOS INTRÍNSECOS EN NOSOTROS.
Creo que todos sabemos que si algo está bien hecho lo está y si no, no.
Eso es lo único que nos debe importar. Seamos del partido que seamos o creamos en la política o no (en cuyo grupo me incluyo).

miércoles, 8 de febrero de 2012

Me embriagué con su aroma. Me enredé en sus besos. Fui víctima de la peor de las drogas y del mejor de los vicios. Consumí gustosamente, disfruté de cada instante, y añoré cada encuentro.
Era él, lo suficiente para llenarme, lo necesario para animarme. Es mi fuerza. Es mi debilidad. 

lunes, 30 de enero de 2012

La vida.

Hablamos de la injusticia, de esa que te persigue en los peores momentos, en los más inoportunos. Sueñas con conseguir algo, con que tu trabajo sea reconocido algún día, y sin embargo, otras personas consiguen tus propósitos incluso sin perseguirlos, sin añorarlos, sin desearlos. 
¿Cuántas oportunidades te llegan sin quererlas?
Cuántas personas desearán precisamente lo que tú has conseguido y sin embargo, no lo aprecias del modo en el que esa persona lo haría. Es extraño como las personas quieren siempre lo que otros poseen, haciendo referencia a la frase coloquial de "culo veo culo quiero".Resulta una paradoja el hecho de que tus sueños se cumplan, pero nunca para ti, o no como a ti te gustaría.
Inexorablemente te ves rodeado por gente que es mejor que tú, en unas cosas u otras, pero lo cierto es que por mucho que quieras destacar sobre los demás, te encuentras con el obstáculo de que alguien siempre te supera, ¿es motivo éste para desanimarse? ¿o a lo mejor es motivo para seguir luchando e intentar superarte día a día?
Creo que la respuesta está muy clara, dentro de un tiempo, si sigues formándote, aprendiendo, luchando por conseguirlo, te darás cuenta de que no importa que te superen, dejarás de guiarte por lo que otros consiguen o hacen, y por fin, experimentarás lo que es el orgullo por una cosa bien hecha, con la tranquilidad de no pretender ser mejor que alguien.

miércoles, 25 de enero de 2012

Despierta

Amanecí cansada, más bien, destrozada. El día hacía horas que comenzó, pero no podía concebir nada fuera de mi cama. La luz entraba por la rendija de la ventana iluminando gran parte de mi habitación, pero no, no quería levantarme, no quería abrir los ojos y descubrir que todo lo anterior no era real, quería mantenerme en ese mundo de flores, de colores vivos, de la felicidad más pura y sincera. ¿Dónde habían quedado esos años de felicidad rebosante? la infancia se iba, y de repente te encuentras convertido en un adulto, en alguien con responsabilidades, en alguien que debe ser consecuente, ya nadie responde por ti como antes hacían tus padres. Miré hacia la puerta, la luz del pasillo me impedía volver a dormirme. Ojalá pudiese vivir en el mundo de los sueños, en ese mundo en el que tú eres el protagonista, todo en tu sueño depende de ti, te necesita. Cuando despiertas te das cuenta de que no eres imprescindible, que si das un paso en falso, nadie tiene porqué perdonarte, o darte otra oportunidad.
Decidí levantarme, ya era hora de seguir con mi vida y de ¿por qué no? convertirla en un sueño, y además de los mejores, de esos que no quieres que terminen jamás.

lunes, 23 de enero de 2012

El beso.

Sus labios siempre fueron una tentación, eran sensuales, suaves. Prometían el mayor de los placeres, y el peor de los pecados. La noche apenas comenzaba y parecía extenderse hasta la eternidad. Las estrellas brillaban, eran testigos inconfundibles de los sucesos nocturnos pero, silenciosas, se cernían sobre sus cabezas a la espera de algo mágico, algo que solo ellas podían valorar. Las miradas de los caminantes los escrutaban con malicia pero, poco importaban cuando estaba él. El tiempo se paraba, el viento soplaba en su nuca, desnuda, y ella, le acariciaba con delicadeza el cuello. Solo era un beso, más bien, el beso. Era cálido, dulce, a lo mejor demasiado. Era perfecto. Duró unos segundos, pero no habría ninguno más como aquel. Sonará estúpido pero besos así, solo existen en las películas. O quizás no.